Kimera–The Lost Opera

Kimera fue una de las divas de uno de los géneros musicales más deleznables creados por la raza humana: la pop-opera. Un mejunje cuya receta consiste en exacerbar la rimbombacia de la ópera y mezclarlos con un supuesto toque moderno, consistente en sintetizadores y ritmos tecno. Nacida en Corea con el nombre de Kim Hong-Hee, la llamada princesa Kimera comenzó estudiando canto y se supone que abandonó una prometedora carrera en el mundo de la ópera seria para introducirse en el mundo del pop, decidida a popularizar entre las masas. El resultado fue el disco The Lost Opera (1984), lleno de insufribles revisitaciones de algunas de las grandes arias operísticas. Lo lógico es que semejante engendro hubiera quedado relegado al olvido inmediatamente. Pues no. Vendió diez millones de copias. El éxito siguió con Opera Express (1985), por motivos aún inexplicables. La atómica combinación de una imagen ultra-kitsch con una potente voz utilizada como arma de destrucción masiva todavía provoca escalofríos. Aquí colgamos el devastador medley con el que azotó a su público por primera vez. Si eres amante de la ópera (la de verdad) te revolverá el estómago. Pasen y vean. No apto para espíritus amantes de las sutilezas.